Viena en general es apodada la capital de la música, así que es justo que en ella se encuentra un monumento que rinde homenaje a uno de los compositores más grandes de todos los tiempos: Wolfgang Amadeus Mozart. El Monumento a Mozart, ubicado en el Burggarten, es una impresionante escultura que celebra la vida y el legado musical de este genio austríaco.

El monumento fue inaugurado primero en 1896 en la Albertinaplatz, a solo cinco días del fallecimiento de su escultor, Viktor Tilgner. Tras el bombardeo aliado de Viena en marzo de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, fue restaurada y recolocada en el Burggarten, cerca del Palacio de Hofburg.

La estatua representa a Mozart en una pose majestuosa, sosteniendo una partitura en una mano y una pluma en la otra, capturando la esencia de su genialidad musical y su legado inmortal. Frente al homenaje hay un diseño de flores con forma de clave de Sol. El conjunto está hecho con mármol de Lasa del Val Venosta de Tirol del Sur y diorita oscura.

Al frente, un relieve adosado muestra dos escenas de la ópera Don Giovanni compuesta por Mozart. Detrás, vemos al compositor de niño a los seis años tocando para su padre Leopold y su hermana Nannerl.

Viena tiene una estrecha relación con Mozart, ya que fue en esta ciudad donde pasó una parte significativa de su vida y compuso muchas de sus obras maestras. El Monumento a Mozart se convierte así en un tributo apropiado a su brillante carrera musical y a la profunda influencia que ha tenido en la música clásica y en el mundo artístico en general.

Además de ser una hermosa obra de arte, el Monumento a Mozart también sirve como punto de encuentro para los amantes de la música clásica y los turistas que desean conocer más sobre la vida y obra del célebre compositor; es común ver a músicos callejeros interpretando melodías de Mozart en los alrededores del monumento. ¡Conoce a la que se ha convertido en una de las atracciones más queridas y fotografiadas de Viena!